En fechas recientes el Ayuntamiento  hizo público el incumplimiento por la empresa privada Aguas de Valladolid de la renovación a su cargo cada diez años de los contadores que registran los suministros de agua potable a las viviendas, contemplada en la oferta que presentó cuando en 1997 ganó el concurso de privatización del servicio, promovido por el anterior alcalde de la ciudad. En los casi veinte años de vigencia tendrían que haber sido cambiados dos veces, hecho que la propia empresa reconoce no haber cumplido, con el consiguiente beneficio económico a su favor.

En estos días, vecinos de Oración, Álvaro de Luna y otras calles del barrio han denunciado en la Asociación que Aguas de Valladolid ha iniciado una campaña de notificaciones a sus Comunidades de Propietarios, requiriéndolas a que en el plazo de cinco días procedan a suscribir un contrato de instalación de un contador general en las entradas al edificio.  Muestran su malestar y protesta por estas prácticas por la dudosa necesidad de la instalación de tales contadores en inmuebles donde todos los usuarios, Comunidad incluida, disponen de contadores individualizados, que registran los consumos; y por el inaceptable tono amenazante de las notificaciones.

La Asociación de Rondilla informó de esta situación a la Concejalía de Medio Ambiente y Sostenibilidad con sendos escritos de fechas 23 y 26 de noviembre, a los que acompañó copias de la notificación de Aguas de Valladolid y del presupuesto que emite. 

La Asociación Vecinal reclama la paralización de la campaña de instalación de estos contadores generales  en tanto no se pronuncie el Ayuntamiento