Constantino Gonzalo: "La Rondilla siempre ha sido la locomotora del movimiento vecinal"
El historiador Constantino Gonzalo Morell defendió ayer en la UVA la primera tesis doctoral sobre el movimiento vecinal de Valladolid, un tema que le apasiona como quedó bien patente durante su exposición ante el tribunal. En 2005 terminó la carrera y prácticamente desde entonces, y con la ayuda de tres becas, se embarcó en este proyecto de investigación que ha merecido un sobresaliente 'cum laude'. Ya es Doctor en Historia.
-'Movimiento vecinal y cultura política democrática en Castilla y León. El caso de Valladolid (1964-1986)' es el título de sus tesis ¿Por qué le interesa el tema?
-No tengo ninguna vinculación directa, nunca he sido de ninguna asociación vecinal, pero me considero persona de barrio. Soy de Pajarillos y allí he visto que la asociación de vecinos ha trabajado mucho y ha conseguido muchas cosas. La otra razón es que mi propio tutor, Pedro Carasa, catedrático de Historia Contemporánea, me lo planteó.
-¿Cuál es la hipótesis de la que parte su trabajo?
-Que el movimiento vecinal ayudó a socavar los cimientos de la dictadura, luchó muy bien contra el régimen, y que fue una escuela de democracia.
-¿El movimiento vecinal fue homogéneo en Castilla y León?
-No, hay muchas disparidades. El más fuerte fue el de Valladolid, y parejo el de Zamora, por el número de gente que salió a la calle, las reformas que consiguieron en sus barrios y ciudades. Los políticos, ya fueran franquistas o de la democracia, contaron con ellos y tuvieron que plegarse ante sus reivindicaciones.
-¿Cómo fue el caso de Valladolid?
-Destacaría tanto su fuerza como su pluralidad y dentro del movimiento vecinal, la Rondilla siempre ha sido la locomotora. Bajo mi punto de vista ha sido y es la asociación vecinal más fuerte de nuestra región.
-¿Qué les llevó a salir a la calle, el contexto político o problemas de barrio más cercanos?
-Ambos. Las carencias del barrio motivaron su aparición, pero también la situación política del país. No se puede desligar una cosa de otra.
-Parece que usted está en la línea de las asociaciones vecinales...
-Me lo ha recriminado el tribunal con buenas palabras. Me ha dicho que soy una persona muy apasionada, que se ve que estoy muy implicado en el tema, pero también ha reconocido que mi trabajo es científico y que he intentado dar todos los puntos de vista y perspectivas posibles. He tratado que fuera un trabajo honrado y he defendido lo que creo que ha sido la Historia, he querido dar valor al trabajo del movimiento vecinal . Hay mucha gente que jamás ha tenido un reconocimiento público y mi tesis intenta dar valor a esa gente.
-¿Ha hablado con los personajes que lideraron estos movimientos?
-Obviamente el peso de mi tesis está en recoger esos testimonios y entrevistas de líderes vecinales y políticos.
-¿Cree que han dejado de tener peso?
-Yo creo que tienen más vida y más futuro de lo que quieren ver muchos. La gente piensa que como no hacen manifestaciones masivas y no hay una lucha diaria en la calle no existen y están abocadas a su fin. Pero hay otras formas de combatir en el día a día en el siglo XXI.
Nuevas fórmulas
-¿Han encontrado nuevas fórmulas para estar presentes en la sociedad?
-La mayoría de las que funcionan sí. Rondilla para mí es el ejemplo. La Fundación que han creado es un referente incluso a nivel nacional ya que están integrando a todo el colectivo inmigrante y esta haciendo una labor impagable con los talleres de alfabetización, creación de empleo...
-¿Con qué dificultades se ha encontrado a la hora de elaborar su tesis?
-Muchas veces la falta de documentación, encontrar a la persona adecuada para la entrevista. Cuando inicié el trabajo tuve la posibilidad de entrevistar al párroco de Pilarica, Buenaventura Alonso, pero me parecía precipitado. A los pocos meses murió y es una espina muy grande porque ayudó mucho al movimiento vecinal, fue una oportunidad perdida. En 2005 murió Manuel Vidal, alcalde franquista, y también ha sido una pena, era un personaje muy interesante. Fue el gran 'ogro' del movimiento vecinal, el gran rival, y sin embargo cuando hablas con los vecinos te das cuenta de que le tenían mucho respeto y aunque no pude hablar con él, creo que era mutuo.
-Ya es doctor en Historia. ¿Y, ahora, qué?
-Somos hijos de nuestros tiempos y la situación está muy mal para la educación y la Universidad. Hice la tesis doctoral porque me permitía compaginar la oposición, porque yo quiero ser profesor de Historia en Secundaria y me he presentado tres veces. El próximo año lo intentaré de nuevo.
-¿Podría seguir investigando?
-Hay un tipo de becas posdoctorales que se pueden solicitar, pero hay un recorte brutal. Hay cientos de miles como yo
FUENTE: El Norte de Castilla. 28-09-2011. Texto: Fidela Mañoso.