Pregón elabrado y leido por los/as voluntarios/as de SOS Rondilla

INTRODUCCIÓN

¿María?

¿Sí?

Hola María, soy Luisa, te traigo la compra…

Te abro y te mando el ascensor…

Meto la compra en el ascensor. La imagino, apenas un minuto después, recogiendo las bolsas. Puedo ver su cara a pesar de la distancia y puedo sentir su emoción, que al igual que la mía, nos convierten en hermanas, las dos agradecidas.

Le doy un tiempo para que revise la compra y la llamo por teléfono.

¿Está todo? Al final encontré el queso que me dijiste…

Y así me cuenta porqué ha acudido a nosotras; porque, aparte de la ayuda material, muchos necesitan, simplemente, tener a alguien con quien hablar.

María, cuídate mucho.

Con el salvoconducto a mano y el silencio abrumador de las calles vacías, como voluntarias y voluntarios nos movemos de casa a la tienda, hacemos la entrega y de nuevo a casa con el corazón encogido y alguna que otra mirada cómplice llena de ánimo y deseos de que todo pase cuanto antes.

ASOCIACIÓN VECINALRONDILLA

No sé si os acordáis, pero no era nada raro oír comentarios sobre lo diferentes y lo cambiados que estaban los barrios y vecinos en estos tiempos. Se comentaba que pocos se conocían, que solo algunos se saludaban y que la mayoría ni se conocía ni le importaba conocerse, porque en estos tiempos todos iban a su bola. Hasta hace no mucho se afirmaba (¡y nos lo creíamos!), que se habían perdido valores en los barrios. Pero la realidad es tozuda y, por suerte, estábamos equivocados.

Justo cuando más lo necesitaron los vecinos y vecinas; justo cuando más difícil estaba la situación sanitaria y económica de cada uno de nosotros y de nuestras familias; justo cuando nadie nos habría reprochado que cada uno mirara por lo suyo, el barrio de la Rondilla respondió que no; que no nos conformamos con eso.

Fijaos bien en lo que esto representa para un mundo que nos empuja siempre por el camino del bienestar individual, del egoísmo, del interés.

Cuando todo empeoraba, algunos vecinos, comenzaron a colgar, en portales y ascensores, carteles en los que se ofrecían a hacer recados, como ir al supermercado, a la farmacia o a pasear al perro; como una manera de ayudar a aquellos que por su edad o tener patologías previas, o por cualquier otra circunstancia, no podían salir de casa.

Gracias a la Asociación Vecinal Rondilla este movimiento inicial de vecinos pudo abarcar más. Con su impulso se vertebró una red más amplia de voluntarios y voluntarias, para apoyar a una cifra cada vez más alta de vecinos que pasaban y pasan grandes dificultades. Esta red se encargó de que toda familia que requiriera ayuda pudiera acceder a ella. Las recogidas de alimento son el ejemplo vivo de las dificultades, pero también de la solidaridad del barrio para que nadie se quede atrás. Si nadie se quedó atrás fue porque vosotros y vosotras, con vuestra colaboración y participación activa, no lo permitisteis: desde los comercios del barrio que aportaban alimentos o mascarillas, hasta los vecinos que prestaban su esfuerzo y su tiempo, todos y todas formabais esa gran cadena barrial que daba aire a la familia que lo necesitaba.

Ha sido un año muy duro, pero también ha sido el gran año de la solidaridad vecinal en el barrio de la Rondilla, que nos han acercado a quienes vivimos puerta con puerta y nos han hecho las cosas un poquito más fáciles.

Por ello, nos gustaría mencionar a algunos vecinos y vecinas que hicieron posible SOS Rondilla y a quienes hoy estamos representando nosotros dos:

Isabel y María, Marisol y Raúl

Miriam y África

Michel y Sonia

Juan y Alex

Héctor y Ana

Mar y Montse

Ángela, Elvira y Lucho

Todo esto no debería sorprendernos. Son muchas las acciones reivindicativas y solidarias llevadas a cabo y coordinadas por la Asociación Vecinal Rondilla a lo largo de ya más de 50 años.

Y así, esta cercanía con el barrio y sus gentes, vecinos y vecinas orgullosos de su realidad multiculturalidad, ha salido reforzada y la solidaridad se ha abierto camino.

AGRADECIMIENTO DE VOLUNTARI@S

Queremos agradecer a la asociación que en esta crisis social y sanitaria nos haya permitido, como voluntarios y voluntarias sacar lo mejor de nosotras, además de permitirnos sentirnos útiles en esos días tan lentos y extraños

Hemos colaborado con ánimo y energía en compartir y mitigar las dificultades de algunas familias, con mucha esperanza de vivir nuevas alegrías y de seguir juntos.

RECORDAMOS A OTROS

Queremos acordarnos de otros colectivos, todos esenciales: personal sanitario, conductores y conductoras de autobuses, cajeros y cajeras de supermercados, personal de limpieza, repartidores y repartidoras, trabajadores sociales y, especialmente el comercio del barrio, que han prestado un servicio impagable. Gracias a todos y cada una de las personas que se levantan cada mañana dispuestos a ser útiles.

Queremos también tener un recuerdo para los que ya no están, para los enfermos graves y para las personas con secuelas, que ha dejado esta pandemia/ esta enfermedad provocada por la COVID-19.

Además, no nos olvidamos de los afectados por la crisis económica que ha agravado esta situación y del tiempo que no hemos podido disfrutar de nuestra familia, amigos y seres queridos para cumplir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias y para poder evitar contagios.

ORGULLOSOS DE NUESTRO BARRIO

Así y, a pesar de todo, damos las gracias por habernos adaptado, por no conformarnos, por haber salido airosos de la prueba de paciencia y de capacidad que tenemos de recuperación.

Nos sentimos muy orgullosos por no habernos echado atrás, sino por tirar para adelante; porque se ha hecho bien, se ha hecho muy bien, a pesar de todas las dificultades.

Por todo esto, con cabeza y sentido común, ya nos toca y nos merecemos, celebrar estas fiestas con alegría, con buen humor y con orgullo de nuestro barrio.¡¡¡Juntos podemos!!!

¡¡¡ Viva el Barrio de la Rondilla!!!