La Rondilla estrena un nuevo mural en la calle Gondomar, diseñado por Manuel Sierra y pintado en colaboración con vecinos y vecinas del barrio
La obra conmemora el 50 aniversario de la Asociación Vecinal Rondilla y, aunque estaba prevista para 2020, no ha podido realizarse hasta este fin de semana tras sufrir retrasos a causa de la pandemia de la Covid-19
Domingo, 23 de octubre de 2022
La Rondilla cuenta desde este fin de semana con un nuevo ...
La obra conmemora el 50 aniversario de la Asociación Vecinal Rondilla y, aunque estaba prevista para 2020, no ha podido realizarse hasta este fin de semana tras sufrir retrasos a causa de la pandemia de la Covid-19
Domingo, 23 de octubre de 2022
La Rondilla cuenta desde este fin de semana con un nuevo mural diseñado por el artista Manuel Sierra, que ha contado a la hora de pintarlo con la colaboración de vecinos y vecinas del barrio. Esta obra mural conmemora los 50 años de la Asociación Vecinal Rondilla, cumplidos en 2020, año para el que estaba prevista su realización, que tuvo que aplazarse a causa de la pandemia de la Covid-19 y que se ha visto retrasada hasta ahora. «Teníamos muchas ganas de intervenir por fin esta tapia vacía, de llenarla de arte y color», señalan desde la asociación. La tapia que separa el Museo Nacional de Escultura de la calle Gondomar, puerta de entrada a La Rondilla.
Sierra, de origen leonés pero afincado en el municipio vallisoletano de Simancas desde hace décadas, es «un gran amigo de La Rondilla y de la asociación vecinal, de la que es socio de honor». De hecho, murales suyos decoran también otras calles del barrio. «Representa la historia de la Asociación Vecinal Rondilla», señala Sierra, «es el reflejo del esfuerzo de un barrio en muchos aspectos diferentes, como el bienestar y la acción social, el cuidado de los dependientes, la defensa de la sanidad pública y la vivienda, la cultura, el ocio, el deporte o la ecología». «Los elementos que se ven en el mural estuvieron previamente en otros que he hecho en el barrio o en dibujos que se plasmaron en diferentes soportes, como calendarios», añade, «y su simbología es reconocible para quienes participan del movimiento vecinal y para cualquier otra persona que contemple la obra».