Al vecindario de Rondilla, la Federación de Asociaciones Vecinales, Ayuntamiento, Concejalía de Medio Ambiente y Sostenibilidad, movimientos sociales y, en su globalidad, a la sociedad civil de Valladolid:

 En la web de Asamblea Ciclista se publica con fecha 22 de julio de 2015 la siguiente nota:

 "A día de hoy las obras siguen paradas y si no se realizan este año, ese presupuesto se perderá. La posición de la asociación (o de ciertas personas de la misma) no ha variado. Según ellos, no hay conflictos, no es necesario carril-bici y el parque es “nuestro”.

Hemos sido consultados por la concejalía de Medio Ambiente como responsable de la obra y les hemos hecho saber que ese carril-bici nos parece fundamental para ir cerrando el anillo ciclista en torno a la ciudad ya que permitiría conectar la Avenida Salamanca con el Esgueva, es decir, un carril-bici continuo desde la Flecha hasta la Cistérniga con varias entradas a la ciudad.

Todavía no sabemos qué va a pasar en los próximos meses, pero al parecer, el Ayuntamiento sí que quiere utilizar ese dinero para lo que está destinado: la remodelación del parque, con o sin carril bici.

La opinión de asciva está clara, apoyada además por otras asociaciones de vecinos diferentes a Rondilla. Seguiremos insistiendo en que es necesario cerrar un anillo ciclista en Valladolid."

 Sobre esta nota la Asociación Vecinal Rondilla dice que para la comprensión del conflicto planteado y poder opinar en consecuencia, debe tenerse conocimiento objetivo de lo que ocurrió y ocurre.

A juicio de la Asociación, parte directamente afectada, el proyecto aprobado y adjudicado por sorpresa en Junta de Gobierno de 19 de diciembre de 2014, diseñó una “pista para bicis” (sic) en el paso central del parque Ribera de Castilla, que entre otros efectos suponía la pérdida de la imagen medioambiental de este ámbito de esparcimiento y recreo; la merma en un 40 por ciento del espacio de su disfrute peatonal, el absurdo desplazamiento hacia la mediana del paseo de bancos, farolas, y restante mobiliario urbano; la reserva en exclusiva para esa “pista para bicis” (sic) de entre 2,20 y 2,70 metros de anchura, que desalojaba todo cuanto encontraba a su paso (masa verde o mobiliario urbano), con groseras separaciones de bordillos; incremento de 249.000 a 409.000 el coste de ejecución de la obra, sin aprobación de modificación de los créditos disponibles; la exclusión incomprensible del urgente tratamiento de la pasarela sobre el río Esgueva (que está en condiciones realmente delicadas de conservación, peligrosas para las personas), la adjudicación a dedo, sin publicidad ni licitación, a TRAGSA; la dolosa negativa municipal de facilitar el proyecto a la Asociación Vecinal (que al parecer, fue negociado por los políticos y técnicos con Asamblea Ciclista); etc.

Es de reseñar que la Asociación Vecinal Rondilla defendió en todos los fotos, verbal y documentalmente, el uso compartido del paseo y otros espacios del parque por peatones y bicicletas, en convivencia con preferencia en casos de aglomeración para los peatones, principio que continúa invariablemente defendiendo.

 Valladolid, 24 de julio de 2015